Cuando estaba en primero de primaria, estaba en la clase de baile y la miss Charito me vio bailar y dijo: esta chiquita tiene madera. La verdad me sentí Pinocho, no entendí la frase, pensé que tal vez era un poco dura para bailar o que la miss pensaba que tenia pata de palo...bueno solo tenia 7 años.
Ahora tengo 22 años y entiendo perfectamente esa expresión, y sobre todo entiendo que todos estamos hechos de maderas diferentes. Hay gente con madera de artistas, otras con madera de amigos, existe la madera maternal y la despreocupada, cada una de ellas con betas y nudos únicos y cada madera con texturas y colores diferentes.
Yo no estoy hecha de la mejor madera (y quien si?), pero día a día trabajo en mi madera, cada día la lijo, la barnizo y la cuido, y aunque sé que tal vez al mirarme veré que mi madera no es perfecta, estaré feliz porque sé que cada quiñe que tenga es una lección aprendida o por aprender, pero sobretodo estaré feliz porque yo misma soy mi carpintera.
1 comentario:
Todas las maderas son buenas majo, el truco esta en cuidarlas correctamente y confiar en buenos carpinteros (tus padres en algún momento lo fueron y ahora lo eres tú).
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