Hoy me entere que mi amiga del trabajo trabajaría con un chiquito del cole, el trabajo seria solamente con él, estará todo el día el salón del chico y se quedara una hora después de clases para hacer tareas. Obviamente el trabajo sera remunerado. BIEN POR ELLA.
El lado malo del asunto es que ahora yo seria la única practicante del departamento psicopedagógico, esto implica hacer el trabajo que las dos hacíamos antes (mas de quince terapias semanales además de las inacabables pruebas de ingreso). Obviamente el trabajo seria recompensado con una nota al final del año...sin incentivos monetarios. MAL POR MAJO.
Todo ese asunto del trabajo me hizo dudar. Si después de 5 años en la universidad, después de 10 ciclo sin jalar ni un solo curso dude, no sabia si la psicología era para mí, no sabia si la decisión que tome cuando tenia 17 años era la correcta. Quiero saber que es lo que me hace infeliz: el trabajo que hago ( a decir verdad lo que hago en el colegio es Psicología educativa, a mi me interesa la Psicología clínica infantil...ojo al piojo, no es lo mismo) o es la falta de gratitud por lo que hago.
Así que mientras caminaba de mi casa a la universidad pensaba que el próximo año es el momento de experimentar, es el momento de saber si tome la decisión correcta.
En el fondo sé que no me equivoque, pero no quiero quiero que quede duda.
2 comentarios:
no te detengas!
No te equivocaste Majita. A veces asaltan dudas existencialistas que como dice Caloi, es mejor matarlas de chiquititas. Siempre recordaré esa historieta magnífica en que estaba él sentado en el filo de una vereda y se instalaba una lágrima chiquita al costado, con su carita triste y lo miraba de vez en cuando como queriendo que le de un lugar en su corazon. De prontó él se paró y la pisó. "A las penas (o dudas en tu caso) es mejor matarlas de chiquititas".
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