He vuelto a mi cuarto, el que siento que abandone hace más de un año. Todo está igual por aquí, todo en su lugar, solo que yo, la huésped incomoda de este cuarto sin sentido, ya no es igual.
Antes escribía porque guardaba mis penas, porque si, la pena puede ser el motor para algunas cosas. Hoy escribo porque ya no guardo la pena, ahora la boto como se bota a los inquilinos precarios. Mis heridas ya cerraron, yo las cerré (soy una psicóloga de la p$*% madre…si pude componerme a mí misma, compongo a cualquiera).
Hoy la vida pasa, las bombas caen, el viento sopla, la tierra tiembla, las bocinas suenan, las relaciones terminan, la gente toma aviones y se va, las personas cambian, algunos gritan, otros arañan, la mayoría llora, y algunos, como yo ahora, mantenemos la calma.
1 comentario:
Abre los ojos.
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