miércoles, 6 de junio de 2012

QUÉ PENA TU CARA

Siempre me pareció gracioso lo fácil que se ven las cosas en las novelas. Por ejemplo, una peluca y nos lentes oscuros te convierten en una persona tan distinta que nadie, ni si quiera el esposo que abandonaste por borracho y con el que tuviste 4 hijos te puede reconocer (Hoy vi María Mercedes).

En la vida real no es tan fácil. Ok, no es común que uno vaya por ahí de incógnito usando una peluca para esconderse. Lo que si es común es que escondamos lo que nos pasa. Siempre y cuando nos pase algo malo. Porque es así, escondemos el polvo bajo la alfombra para que nadie sepa que lloramos, que estamos dolidos o que nuestra vida no es nada parecido a lo que soñábamos de chicos. Pero nos encanta salir con una sonrisa de oreja a oreja y demostrarle a todo el mundo que somos felices, que tenemos todo lo que queremos y que somos exitosos, aun que por dentro nuestro estado anímico penda de un hilo.

Sonreír cuando solo quiero llorar es un arte que pense que había dominado (And the Oscar goes to....not me).

El otro día vi a P. No paso mucho tiempo para que me diga lo decaída que me veía, lo evidente que era mi inconformidad con la vida. Me dijo que tenia mirada triste. "No pasa nada, no estoy triste" era lo único que podía decir mientras sonreía (con mi sonrisa también triste).

Ojala hubieran lentes oscuros que escondan la tristeza , pelucas que te hagan ver feliz o maquillaje que camufle la inconformidad. Pero la tristeza es mas que una emoción, es una actitud y nada la pude esconder. Puedes puedes sonreír con tu sonrisa mas amplia, gritar a los 4 vientos que estas bien, que no pasa nada, puedes mentir, actuar y fingir, pero en verdad, no engañas a nadie.

No hay comentarios.: