domingo, 18 de diciembre de 2011

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Empiezo la mañana como no se debe: Mal dormida y con un pucho en la mano que pronostica tormentas.

Fin del post.

AMPAY

...Y NO ME SALVO

Entre el cúmulo de cosas que me estresan y me ponen mal estás tú. No puedo decir que encabezas la lista pero tienes un  lugar delante de la fila.

Entiendo que todos tenemos nuestras prioridades y entiendo yo no estoy entre ellas. Probablemente si hubiera sabido cómo mover mis cartas en su momento, tú serías mi prioridad y yo la tuya. Pero me quedé y me arrepiento.

¿Qué pasó con esa chica de 16 y ese chico 21?, ¿Cuándo dejaste de llamarme “futura”?, ¿Cómo así dejaste de llamarme cuando no sabias de mí? ¿Cuándo fue que dejaste de mentir en la oficina? (era gracioso ser ese “cliente” con el que tenias reuniones importantísimas).

El otro día te vi y debo reconocer que te extrañe. Supongo que, como decías tú, siempre tendremos algunos asuntos pendientes.

Maldito Bad Timing!!!