miércoles, 30 de junio de 2010

ODIO…

  • A la gente que le dice a todos sus amigos que los ama.
  • A la gente que habla mal.
  • El trafico limeño.    
  • El frizz.
  • Las uñas encarnadas.
  • A los Teletubbies.
  • Los abrazos de algunas personas.
  • Que se me mojen los pies.
  • El sonido de mi celular cuando se está descargando.
  • Las responsabilidades.
  • A la gente que dice "dijistes", "hicistes", "comistes".
  • Levantarme porque me tengo que levantar y no porque me quiero levantar.
  • Ir a trabajar…algunos días.
  • Los sábados sin planes.
  • Los planes sin ganas.
  • Los planes frustrados.
  • A la gente que me dice: "Ay a ver, tú que eres psicóloga ¿qué harías si…?", "Tú como psicóloga debes de saber…". "Ah eres psicóloga, a ver dime como son", "Siempre quise estudiar psicóloga y jamás me atreví", "Mejor no hablo contigo porque seguramente me vas a analizar", "Con fulanito de tal puedes hacer tu tesis".

     

lunes, 28 de junio de 2010

LLEGA, LLEGO SOLEDAD

Es gracioso como a veces el sentirnos solos nos empuja a hacer cosas desesperadas y como cambia la percepcion que tenemos de las cosas (creemos lo que queremos creer, vemos lo que nos combiene o nos "enamoramoramos" de alguien a quien en el fondo no aguantamos mucho).
Yo a veces me siento sola...bah, a veces es poco decir, me siento sola mas veces de las que me gustaría. Cuando eso pasa busco algo para llenar el vació, puede ser cosas para hacer o alguien para conversar. No me siento egoísta al reconoce que a veces si busco a mis amigos no porque los extrañe sino porque me siento sola. En todo caso, es algo que hacemos todos, a veces te acompañan y otras tu acompañas.
Entiendo perfectamente eso de "usar" a los demás cuando te sientes solo y no me parece malo siempre y cuando las cosas sean de ida y vuelta (si me siento sola tú estas ahí, si te sientes solo yo estoy aquí) y si se trata de una relación entre amigo. Si hablamos de relaciones de pareja la figura es diferente. Es una situación injusta (yo te quiero siempre, te quiero porque eres tú, porque tu compañía es como la de nadie. Tú me quieres cuando no tienes nada que hacer, me quieres porque te acompaño).
Yo siento haber sido la compañía de alguien, pero solo fui eso...y a veces pasa. Ojala también esa persona solo hubiera sido mi compañía.
En algún momento llegue a pensar que si, que solo fue mi compañía, pero con el tiempo te vas dando cuenta que no importa cuantas personas te rodeen, a cuantos amigos veas, con cuantas personas salgas, cuantas cosas hagas, cuantas conversaciones interminables tengas, si no esta esa persona ahí te sientes igual de sola. Tan sola como en una isla desierta.